Marcelo J. Silva

Los espejos En un lugar sombrío Frente a un espejo soberbio Veo una imagen perfecta De tan perfecta, incuestionable Cuando miro mejor la desconozco Y aunque ese ser me parezca tan conocido Me resulta alguien muy distante Parece alguien correcto Socialmente intachable Que sigue al pie de la letra todo lo que pienso y lo que yo digo Presto mucha atención y busco Y juego a detectar algún yerro Algo que haga distinto a lo que hace siempre Que quiebre alguna ley Que rompa algún esquema Pero no lo hace Al lado de ese espejo Otro espejo Este es un poco más grande Allí veo una imagen deforme, ruin, cruel Que sin embargo me produce una sensación agradable Porque es alguien que yo conozco profundamente Aunque parezca un monstruo horripilante Socialmente incorrecto Rebelde, invulnerable Juego a encontrar algo en lo que se parezca al otro Pero no hay cosas iguales Porque rompe con todos los esquemas Con todos los límites Todo lo que

Paisaje Agreste la pedrera Rugosa la montaña Sedienta y solitaria la siesta De nubes de polvo que se levantan incorregibles por los cerros De los chivos que aparecen de repente entre la espesura de esos montes Y los loros que anidan y que cantan y se quejan aunque griten espantados por su estirpe de ser loros Que entre bosques de cardones y de vides se alimentan entre el verde manzanar de los dulces de membrillos y de nueces Con los clanes de chicharras y sus coros de sonidos invisibles, me acorralan, enmarcan y rodean tanto; que siento que me cobijan y protegen Como me cobija ese sol tan añejo como sólo él puede saberlo,  como sólo él puede abrazarme en esos cerros que comienzan a extrañar la blancura de la nieve En ese cielo transparente que agiganta el aroma natural de su celeste De esos  aires cristalinos que emborrachan mis oídos con cada suspiro que suspiro al pensar en aquel paisaje de una postal que ya he vivido Un sueño que quisiera duplicar en este

Un listado azaroso (aunque no tanto) Poema de amor N°42 La vida es una mierda Todo es una mierda Una reverenda cagada revuelta y podrida Un engendro mutante de otro engendro más mutante todavía  Un charco que cruzar en una calle inundada Un clavo penetrando un pié descalzo en una playa el primer día Una mala nota inesperada Un sanguche de miga elegido al azar y con gusto a lo que uno menos quería Una mosca de alas verdes en el mejor helado de tu vida Una cerveza que esperamos esté helada y al final no está tan fría Un partido perdido sobre la hora Un corazón partido no importa ni la hora, ni el día Una forma de ser que parece ser encantadora y con un carácter muy parecido a mi parecer sobre la vida Una sonrisa hermosa de una chica aún más hermosa Y esa maldita incertidumbre conspirativa y esperanzadora de la duda. Aunque no hayan dudas Hoy la vi Y con ese desparpajo tan natural que tiene, me regaló una sonrisa Lo reitero: la vida es una mierda

La luz mala                                                                           Toda luz que se enciende es una sombra surgida en alguna parte. (Anónimo) Siempre me gustaron las historias sobre mitos y creencias. Leerlas, verlas en el cine, pero sobre todo me gusta que me cuenten este tipo historias. Sin embardo, nunca había protagonizado ninguna. Tengo un tío que vive en el Chaco y cada vez que nos juntamos nos cuenta sus anécdotas sobre sus vivencias en el campo. Una noche después de Navidad comenzó con sus historias. Recuerdo que esa vez nos dijo que había visto a la luz mala. Antes de eso nos contó algunas cosas raras sobre algunos animales que viven allá. Nos contó por ejemplo como cazan a los jabalíes, que muchas veces los siguen varias horas y a veces hasta días acompañados por muchos perros, de las peleas a muerte que tienen y como con sus grandes y potentes colmillos un jabalí puede partir a un perro en dos. También nos contó como los lugareños cue