Apocalipsis ahora


Apocalipsis ahora

Ya nada es como entonces
Los que escapamos tenemos la suerte de poder contarlo
La mala suerte de aún estar vivos
La desgracia de haber podido ver todo eso
El cielo de repente se puso negro
No era una tormenta, no era un eclipse
Comenzó a fallar la gravedad
Por momentos todo era muy liviano o todo muy pesado
No llovía pero era como si lloviera
No había viento pero los árboles agitaban sus ramas como nunca antes
Vimos pasar algunos autos volando por sobre nuestras cabezas, también gente
No era un terremoto pero la tierra se movía y se agrietaba
En esas profundidades se veía una luz rojiza, el edificio de enfrente desapareció en uno de esos abismos
No estábamos en el mar pero las olas azotaron las calles
Fueron dos: la ida y la de vuelta
Sin embargo lo peor era el sonido, ese estruendo que se sentía a lo lejos
No era algo conocido, nos estremecía con su potencia, hacía temblar el piso, los pelos se nos erizaban.
Tampoco era una lejanía terrestre como si lo que ocurriera proviniera de cinco, diez o cincuenta kilómetros
Era un sonido que venía desde arriba, desde cielo
Era como si estuvieran chocando las estrellas
Estaba explotando el universo
Era Dios
Si, Poder de Dios.

MJS

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